Nos levantamos y armamos el bolso, nos separamos la ropa para bañarnos y viajar y pusimos las mochilas en un locker, luego de una buena y la ultima mateada, en la bolsa donde guardamos la yerba encontramos un calzon, debe ser del hijo de la mina que compartimos la habitación, nos fuimos al centro, como toda recorrida, se te pegan muchos queriendo venderte cosas o cambiartelas por algo de ropa. Compramos los pasajes y entramos en locales para comprar ropa y cosas para la gente que tanto nos extraña, pero no pude con los precios unos 25 U$D por una remerita talle para 4 años, asi que seguimos recorriendo y en la vuelta llegando al super, me ofrecieron un rinoceronte de piedra a un precio que no pude negarme, luego en el super compramos una naranja, bananas y agua para seguir desayunando, fede se comio una tipo bomba pastelera con crema pero en lugar de ser redonda es como un pancho, al volver los mismos de siempre ofreciendo billetes antiguos de Zimbawe y cosas. Nos refugiamos en el hotel y tomamos sol toda la mañana, yo tome coraje y me di un chapuzon en la pile y luego, almorzamos lo que sobro del otro dia y seguimos relajados tomando sol, volvimos al centro para ir a internet y ver algo para cenar, pero nos resignamos a los precios del bar del hostel, seguimso tomando un poquito mas de sol y descanzando hasta que entro la noche, donde aprovechamos la ultima ducha en 2 dias y nos quedamos leyendo y pasando el tiempo en el parque, al lado de la pile. Entrada la noche el tiempo no pasaba mas, llegadas las 7:30 pedimos una pizza para cada uno, una de muza, tomate y bacon y la otra de muza, tomate y pedazos de pollo, riquisimas. Cuando el fogon se libero de los muchachos locales, lo copamos y la pareja holandesa con la amiga que estaban en el lugar se nos unieron y estuvimos charlando y viendo fotos de nuestras novias y contando cosas de Argentina, la verdad se nos paso muy rapido el tiempo, llegada casi las 11:30 los lugareños estaban bastante borrachos y la verdad huelen bastante a transpiración un olor que espero poder no oler mas, nos reiamos junto a los holandeses de ello y de la costumbre de comer ni bien arranca el micro. Llegada casi las 12:30 y con el bar cerrado todos se fueron a dormir y nos quedamos unicamente Fede y yo alrededor del fuego y mas apartados, como siempre un grupo de yanquis con una guitarra y armonica, nunca se integran a nada y se la pasan llamando la atención. Por suerte luego de dormitar alrededor del fuego, se hizo la hora y nos fuimos para la terminal. El micro llego y estaba bastante lleno, el olor impresionable, pero la verdad combirtio la heladera de lo que era el bus en algo bastante calido.
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